No importa cuándo leas esto, si te preguntara si hoy fuiste feliz.. ¿qué me responderías?
Hace algunos días visité La Escultura de los Sueños, de Marta Minujín. Una obra que, en sus propias palabras, fue ideada «con la intención de construir un lugar en el que el espectador pueda soñar y tener un minuto de paz, de belleza, de color y de vida«.
Mientras hacía la fila para acceder, me dieron la siguiente indicación «pedí un deseo cuando pases por debajo«.
La consigna me tomó por sorpresa: no sabía que iba a tener que pedir un deseo.. y vaya que ese día realmente necesitaba pedirlo. Había un tema que me preocupaba mucho y, en unas horas, iban a decirme qué tan grave o leve sería.
Por supuesto, pedí que todo saliera bien y, afortunadamente, mi deseo se cumplió. Creo que fue el deseo más cercano que pedí alguna vez en mi vida, y en honor a ese deseo, quiero compartirte una pregunta para invitarte a reflexionar:
¿Alguna vez pediste un deseo para ese mismo momento?
O.. ¿tus deseos suelen ser para el futuro?
«Cuando consiga un trabajo mejor«, «cuando pueda vivir de mi emprendimiento«, «cuando me mude a una casa más grande«, «cuando me jubile«.
¿No creés que, muchas veces, se nos va la vida detrás de esos «cuandos» que nunca llegan? ¿Te reconocés deseando para ese tiempo futuro y difuso, que no sabés «cuándo» va a llegar? ¿O siquiera si va a llegar? Esos mismos años, podrían ser los que -quizáz- estén separándote de tu felicidad.
Culturalmente, se nos dice que «para que algo valga la pena, tenés que sacrificarte«. Sutilmente, eso podría significar postergar el ansiado momento de ser feliz.. que llegaría, recién, al final: cuando logres eso que querés lograr.
¿Y si.. en realidad, solo existiese hoy? ¿Aún valdría la pena el sacrificio?
No es cuestión de blanco o negro. Por supuesto que creo en la importancia de tener sueños y deseos. Existen infinidad de beneficios asociados a tener objetivos y proyectos a futuro. También, sé que trabajar en ellos es, por momentos, un proceso incómodo.
Tener en miras algo que te gustaría lograr en el futuro es, probablemente, el motivo por el que despertás cada mañana, pero.. te animás a responder con una mano en el corazón:
¿Qué lugar ocupa «disfrutar del presente» en tu vida?
Pienso que, la verdadera intención de tener sueños y deseos, quizás sea ser feliz.. hoy. Con lo que sos y con lo que todavía no sos. Con lo que tenés y con lo que todavía no tenés. Con lo que lograste y con lo que todavía no lograste.
Por favor, no pospongas la posibilidad de tener hoy, aunque sea, «un minuto de paz, de belleza, de color y de vida«.
¿Te imaginás qué tan distinto sería habitar en un mundo con más personas teniendo un minuto de felicidad a diario?
Eso es todo por hoy. Si llegaste hasta acá, me encantaría que me compartas en comentarios si te sirve este tipo de contenido y sobre qué tema te gustaría que sea el próximo artículo del blog.
Con amor, Mar