¿Qué sensación te produce leer la palabra «disciplina«? ¿Se parece más a la libertad o.. a la presión de hacer algo sin ganas?
La definición oficial de la RAE es «(…) observancia de las leyes y ordenamientos de la profesión o instituto«.
La disciplina siempre tuvo, para mí, un tinte negativo. Me recordaba a la época escolar, en la que ser disciplinada significaba «hacer lo que no quería hacer, porque tenía que hacerlo«.
Como adultos, se supone que tenemos más posibilidades de elegir qué es lo que queremos hacer. Aún así, ¿cuántas veces entrás en el automático de hacer algo que no querés, porque creés que tenés que hacerlo, o.. simplemente, por no preguntártelo a tiempo?
Está claro que el opuesto tampoco es demasiado atractivo: hacer solo lo que querés, cuando querés.. siendo un adulto con objetivos, podría alejarte de eso que querés lograr.
Para aportar un nuevo punto de vista, quiero compartirte una frase que escuché hace algunos días:1
«Disciplina es ser discípulo de las cosas que amás»
Entonces, te invito a preguntarte:
¿Y si pudiéras usar la disciplina a tu favor para hacer las cosas que amás?
Quizás, ser disciplinado en hacer las cosas que amás te resulte más desafiante que ser disciplinado en piloto automático.
Tal vez, te ayude intentar encontrar claridad en el para qué querés hacer eso que amás. Una vez que lo descubras, podés diseñar el camino hacia allí y usar la disciplina a tu favor, con menos resistencia.
Siempre que vuelvas a ese para qué, a ese motivo por el que decidiste hacer lo que amás, vas a encontrar la energía necesaria para dar el próximo paso. Podrías, incluso, reforzar tu mensaje interno diciéndote «decido hacer esto porque lo amo«.
Si ese para qué verdaderamente te enciende y te entusiasma, va a justificar el esfuerzo de moverte y atravesar la incomodidad.
Creéme: el premio que se esconde detrás, cada vez que termines de hacer eso que >no querés o no tenés ganas de hacer<, es una sensación de alivio. Ese «qué bueno que lo hice» que se siente como «volver a casa» es señal de estar acercándote, un pasito, hacia tu sueño.
Ahora sí, la pregunta es:
¿Te animás a usar la disciplina a tu favor para hacer más de las cosas que amás?
Eso es todo por hoy. Si llegaste hasta acá, me encantaría que me compartas en comentarios si te sirve este tipo de contenido y sobre qué tema te gustaría que sea el próximo artículo del blog.
Con amor, Mar
- La frase la escuché al final del episodio 208 del podcast de Superhábitos. ↩︎
Me diste para pensar sobre la “disciplina” a nuestro favor. GRACIAS!🙏
¡Qué bueno Su! Me alegra que se genere chispita 🙂 ¡Gracias a vos!
Tomo esta idea para permitirme tb experiencias nuevas que no sean las «productivas» pero que tengan un para que que aumente mi bienestar emocional … gracias por tus palabras mar !
Eli, sí y ¡qué necesario permitirnos experiencias nuevas y más cuando nos hacen sentir bien! ¡Gracias a vos!